Como bien dice el título, el Festival Internacional de Benicàssim 2003 será para mí el año en que vino Beck.
Dentro de un año sin sorpresas ni grandes estrellas (exceptuando al ya nombrado) el mayor aliciente para mí era disfrutar de mi primer año como acreditada por El Cactus en el FIB, haciendo fotos, viendo las ruedas de prensa, y paseándome por el recinto a la busca y captura de la noticia (musical o no, quién sabe). Y por supuesto, ver a Beck.
Y la verdad es que exceptuando alguna noticia (o peripecia) personal, este año ha sido un año tranquilo. Sin sorpresas, ni aglomeraciones, ni fallos técnicos... Oye, que no por ser tranquilo está mal, eh, que conste...
Voy a tratar de resumiros en un "pequeño" diario mis vivencias de este fin de semana.

Después de la maratón de llegar a Valencia, luego a Benicàssim, al pisito para dejar las cosas y prepararme para mi primer día de FIB (jo, qué pena, me perdí la fiesta de presentación con Deluxe y La Costa Brava, buaaaaaaaaaaaa), llegamos alegres y contentos (era el primer día, es normal) al cruce en que nuestros caminos se separaban y Marcos se fue directamente al recinto, a ver si veía a Manta Ray (por duodécima vez??) y yo me dirigí hacia la caseta zeta por primera vez en la historia.
Qué ilusionada iba yo, a recoger mi acreditación de El Cactus - Radiozine para irme corriendo a ver a mi amigo el chico mal dibujado que actuaba dentro de una hora en el escenario verde.
Y claro, mi gozo en un pozo (y eso ya había sido convenientemente avisada que la cosa iba lenta). Cojo mi número de la maquinita de la carnicería (el 31) y aún iba por el 87. Hago mis restas y me salen ¡44 números delante! (Tampoco estaba mal, llegó a haber más de 100 números de retraso). Así que me armo de paciencia, de una botella de agua y me tomo lo mejor que puedo el retraso. Cenita, abanico y a esperar. Una vez me doy cuenta de que ya no voy a poder ver a mi admirado Badly Drawn Boy la espera ya no se hace tan desesperante (total, ya me había perdido, en una misma tarde a Souvenir, Nacho Vegas, The Delgados y Badly Drawn Boy... Ufff!). Al final, cuando ya parecía imposible (después de soltar la lagrimita al oír en la distancia You were right de BDB), consigo mi acreditación y mi pulserita roja que me daba acceso a la ansiada zona de prensa. Debo decir que tardaron menos de un minuto en dármela, lo que indica que si la gente va preparada con el número de reserva y el DNI las cosas salen como tienen que salir (pero claro, luego llega el típico Pepito amigo de Juanito que puede que tenga una invitación por ahí a través de no sé qué medio... y así nos van las cosas).

Así que me dirijo, ¡por fin!, hacia el recinto, hacia el FIB Club donde había quedado con Susana y Sergio para ver a RICHARD HAWLEY. Y allí estaba, tranquilito, sentado, y con la carpa medio vacía (la gente prefirió a Echo & The Bunnymen, antes que las preciosas canciones de este hombre, no hay quien lo entienda), cantando "Baby, you're my light". No era mal comienzo.
Después de traer a Sergio y Susana del Escenario Verde (se ve que era allí donde habíamos quedado) disfrutamos del resto del concierto. I'm on nights, You don't miss your water... Precioso.

Ahora ya no me quedaban sorpresas. En mi agenda sólo quedaba Placebo y Blur. A ver qué tal...
Debo decir que a partir de ahora, mi ánimo no era mucho, (normal, me había perdido todo) así que igual no soy muy objetiva con el resto que vi.

PLACEBO estuvieron geniales. La pena es que no tuviera fuerzas ni ganas de meterme entre la multitud. Porque fue alucinante. ¡Cuántos éxitos tiene esta banda! Los tocaron todos. Enlazaron uno tras otro todos sus hits, y claro, el público entregado. Pure morning, Every you every me, Special K... Sonaron todas, y nosotros, encantados. Y Brian Molko, guapísimo, por cierto.

Ahora sólo quedaba ver cómo se portaban BLUR, que habían prometido resarcir al público fibber de su pésima actuación del año 99.
Y allí estaba, él, con unos cuantos añitos más, en concreto 4, y que parecía que habían sido 10. El vestuario elegido para la ocasión no ayudaba mucho (Dios mío, si parecía que le había tomado la chaqueta prestada a su abuelo...) y en su cara se nota que por él sí que pasan los años. El concierto fue correcto, Damon parecía que estaba haciendo el concierto de su vida (currarselo, se lo curraron), pero a la mayoría del público (incluyéndome a mí) no nos engancharon. Empezaron con un montón de canciones lentas (pero no las más conocidas), tocaron Girls & Boys y los dos singles de su nuevo disco, Out of time y Crazy Heat, y ya parecía que la cosa se animaba, pero no. Ellos, empeñados en hacer un concierto serio, les salió demasiado serio. Me aburrieron.

A continuación ya no me quedaban fuerzas para nada, así que decidí darle una oportunidad a BETH GIBBONS con RUSTIN MAN (aunque su disco me deprima tremendamente y no era el momento la verdad...), y estrenar la grada de prensa (qué ilusión!!). Desde allí, un soñoliento Sergio y yo pudimos ver el magnífico concierto de presentación del disco Out of season (sí, magnífico, a mí no me gustará, pero eso no quita que reconozca que el concierto estuvo muy bien), con la desgarrada voz de Beth y ese ambiente espectral que rodea a todos sus trabajos (Atención directores de cine!! Yo no perdería la ocasión de utilizar la música de Beth Gibbons & Rustin Man como banda sonora de una película de terror. Pero de éstas de terror psicológico... Se me ponen los pelos de punta de sólo pensarlo... Qué miedo).
Y así terminó la noche, con Beth Gibbons encantada con el público, saltando del escenario y repartiendo besos, sonrisas y autógrafos a todo el mundo. Qué maja!!
A la camita que mañana es el gran día.

Después de rellenada la tripa nos vamos hacia el recinto que hoy hay muchas cosas que ver.
The Thrills no tocan, así que podemos ver un ratito de JUNIPER MOON. Y allí están ellos en el FIB Club, tan dicharacheros como siempre. Majetes.

Antes del concierto de Camera Obscura decido ir al stand de Elefant a comprarme el nuevo disco (que no sale hasta septiembre u octubre y lo venden en primicia, no sea que se agote después...). Y allí vamos, al escenario FIBERFIB.com a ver si los de Glasgow han mejorado (aunque sea algo) en su directo, porque las anteriores experiencias no habían sido buenas.
Y sí, gratamente descubrimos que Tracyanne canta cada vez mejor y que al otro cantante del grupo le han quitado (sabiamente) la guitarra y le han dado una pandereta que se le da mucho mejor. Han contratado a un guitarrista que no pega ni con cola en el grupo (el look, digo, pero bueno, el bajo llevaba una falda escocesa...) y que lo hace infinitamente mejor.
Qué buen concierto de CAMERA OBSCURA !!! (aunque a alguno le aburrieran, lo siento). Nos presentaron las canciones de su nuevo disco Underachievers please try harder e interpretaron deliciosamente (qué bien cantó Tracyanne) sus éxitos para deleite de los fans: Eighties Fan, Happy New Year, I don´t do crowds, y el single de adelanto de su nuevo disco, Teenager. Me encantó.

Ahora venía TAHITI 80 (teiri eiri, como pronunciaban nuestros compañeros americanos...). Sin sorpresas (ya sabíamos todos lo buenos que son en directo los parisinos) Xabel Boyer y compañía (el guitarrista showman, que ha bajado bastante de peso debido a los bailoteos que se pega en los conciertos) nos ofrecieron un muy buen concierto con las canciones de su nuevo disco Wallpaper for the soul y como no algunas del anterior: Heartbeat, Yellow Butterfly.... Estuvo bien, pero me quedé con ganas de bailar tanto como hace dos años. Fue otra cosa.

Un pequeño descanso, vuelta por las tiendas, provisiones líquidas y el final del concierto de LA HABITACIÓN ROJA . Que estuvieron geniales. El cambio de horario y la impresión de que hace dos años no tuvieron su mejor día, hicieron que Jorge, Pau y compañía hicieran uno de esos conciertos a los que nos tienen acostumbrados: sus mejores canciones interpretadas con fuerza y ganas. Y claro, el público lo agradeció. Infinitamente mejor que la última vez. ¡Enhorabuena! Mejor momento: Crónico y Un día perfecto.

Y llegaba uno de los momentos esperados de la noche. THE RAVEONETTES. Después de haber "conseguido" escuchar su último disco "Chain gang of love" no había podido escuchar otra cosa toda la semana. A ver cómo eran en directo. Y no defraudaron. Parece mentira que algo sonando tan viejo suene a la vez tan nuevo y además, me guste tantísimo. La elegante pareja (qué estilazo tienen los dos) formada por Sune Rose Wagner y Sharin Foo (menudos nombrecitos) nos engancharon enseguida empezando con una versión muy propia de un tema bastante antiguo que alguno aún está pensando cuál es (pues no pienses más: era Every Day del mítico Buddy Holly, que m'enterao yo por ahí) y terminando igual. Y entre medio un montón de temas de su Whip it on y del nuevo disco. Ya estoy deseando verles en Madrid este otoño!!!

Corriendo corriendo llegamos a ver el final de The Jeevas (y a hacerles unas fotitos, qué bien): recordatorio del Hush de su anterior grupo, Kula Shaker. Me resarció un poco de aquél año en que vine a verlos a ellos y a Primal Scream únicamente, y ellos no tocaron...

Y ahora tocaba cenar (había que coger energías porque se acercaba él, el más grande...), mientras escuchábamos con curiosidad el concierto de THE CORAL. Que qué decir. Yo no los entiendo. Supongo que será ese estilo de música tan extraño el que hace que sean número uno de ventas en su tierra, pero mira que me da a mí que aquí no van a triunfar tanto...
TRAVIS hacen un concierto correcto. Sus canciones son muy monas, pero claro, yo ya tengo la cabeza en otro sitio, y no me conecto demasiado. Eso sí, recuerdo perfectamente Why does it always rain on me? Qué bonita.
Cuando anuncian la última canción decido irme a pedirme una copita para ir animadita al concierto de mi ídolo (me va a tocar adentrarme solita en la multitud). ¿Y qué me encuentro? A muy poca gente en la zona de prensa, pero todos expectantes ante algo que estaba ocurriendo en el set improvisado de Le Mouve (una radio francesa). Allí estaba el geniecillo de Minneappolis, con bermudas beige y una camiseta blanca siendo entrevistado por esos afortunados. Y yo totalmente petrificada. El chico se despide (Sorry, but I have to change. Normal, tendrá que vestirse un poquito para el concierto. Aunque también hubiera estado mono, así, tan normal) y yo me pido mi copita con mi corazón a cien por hora...
Y al toro. Me despido de todos éstos que van a ver el concierto tranquilamente desde atrás y me introduzco en la multitud. Mi objetivo es la primera fila. A ver si lo consigo. La cosa está difícil porque hay mucha gente sentada en el suelo que impiden el paso, pero poquet a poquet consigo ponerme más o menos sobre la décima fila (que calculo yo que mejorará cuando la gente se levante). El concierto se retrasa. Parece que no habían hecho aún la prueba de sonido y la hacen allí mismo. Con público. Bueno, todo sea por verle a él.

Y ahí está. BECK. Vestido con una chaqueta verde y pantalón rojo (qué bonita combinación) y con su pandereta dispuesto a animar a todo el mundo: Where it's at, New Pollution, Looser. Cómo no, todo esto lo adereza bailando, implicando al público y moviendo sus teclados (llevan ruedecitas) por todo el escenario. Ahí ya estaba flipada. Pero aún quedaba. Entonces llegó el momento tranqui (y que conste que fue más corto de lo que había esperado, que hay que tener en cuenta que venía a presentar su último disco Sea Changes que no se caracteriza por ser animado). Con The Golden Age empezó su repaso al último disco con una sensibilidad que ponía los pelos de punta. Cantó 4. Acompañado de teclados, armónica, incluso de un extraño instrumento que parecía un acordeón de madera... Fue precioso.
Hubo gente que no supo apreciar el momento y abandonó las primeras filas. Qué pena. Así pude acercarme un poco más. Al final terminé en cuarta fila, aproximadamente. Así hice las fotos que hice...
Ahora llegaba el reto. Volver a animar a la gente después del parón. ¿Y cómo? Pues con una selección de éxitos actuales de la MTV. Una tras otra enlazó: Crazy in love de Beyoncé, la última de Justin Timberlake y el Not gonna get us de las mismísimas TATÚ, para despiporre y disfrute de la gente. Aún le quedaba caña que dar: Nicotine & Gravy, etc. Y despedida.

Pero volvió, él y su banda vestidos completamente de blanco con lucecitas nos brindaron una coreografía de Devil's haircut y con la performance final se terminó.
Qué penita. Quiero más.
Para mí ya podía terminar el festival.
Pero aún quedaba un grupo: JJ72. Una mezcla de Manic Street Preachers y Placebo que hicieron un concierto correcto pero sin brillantez.
Era difícil después de Beck.
Y ahí terminaba la noche.

Hoy es un día raro. Ya que no tengo vacaciones mañana, he decidido elegir sólo unos cuantos conciertos (en concreto los de la tarde) y abandonar Benicàssim a tiempo para descansar tranquilamente en mi casa. Que mañana hay que trabajar.
De todas formas no está mal. Esta noche actúan Super Furry Animals (hubiera sido interesante verles presentar su último disco Phantom Power, que me encanta, pero bueno...), Suede y Moby. A los dos primeros ya los he visto. Y Moby no me interesa.
Y la oferta de la tarde no está nada mal.

Para empezar, KATERINE. El francés, arropado por un público mayoritariamente francés, actuaba por primera vez en España. Y sorprendió. El hombre tiene un encanto especial (qué pena no entender sus comentarios en francés) y sus canciones son preciosas. Aún no conozco los títulos (lo he descubierto gracias al festival) pero la canción con la que abrió fue monísima y una de las perlas de su último disco, "Des etoiles", también.
Prometo seguirle la pista.

Luego venían BLACK BOX RECORDER. Elegantísimos ellos, los chicos de blanco y Sarah Nixey con un vestido ceñido (que le sentaba de cine) blanco a rayitas azules, nos encandilaron con un concierto lleno de clase y buenísimas canciones. These are the things, Being number one, The facts of life... En resumen, mucha clase.

Y ya sólo quedaban CALEXICO. Por Eloísa y Landete (no es uno de mis grupos favoritos, la verdad) y por ver qué me ofrecían, volví al escenario FiberFib. ¡Y qué me ofrecieron! Madre mía. Qué concierto!!!
Con dos trompetas mariachis, teclados, guitarras, etc, y muchas ganas, los de Tucson Arizona (como recordaba la camiseta que llevaba Joey Burns debajo de esa horrible camisa a cuadros rojos) nos metieron en el bolsillo a la tercera canción. Tocaron todos sus éxitos (perdonen si no me sé los títulos) y dieron ganas de irse a Nuevo México a tomarse una margarita mientras este encanto de grupo nos acompaña con su memorable directo. ¿Me llaman el desaparecido también sonó? Sí. Impresionante. (Un apunte: uno de los trompetistas era alemán. Qué curioso)

Buen broche final para mi FIB.
El año que viene más.
¿Los Pixies? Quién sabe...